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viernes, marzo 31, 2006

Un "encuentro cercano" con... ¿la Luna?

La Gaceta del Norte, del día 18 de junio de 1975, informaba de un espectacular avistamiento ocurrido en la localidad burgalesa de Peral de Arlanza (ubicada a unos 26 kilómetros, en línea recta, al oeste de Lerma) en la madrugada del día 30 de abril de ese año. Las características de esta observación son las típicas de un encuentro cercano o aterrizaje (en esta ocasión, con la presencia de un humanoide).


La Gaceta del Norte, 18-6-1975

Hay que señalar, al menos que yo sepa, que no se ha realizado una encuesta ecuánime del evento y sólo se conoce la versión dada, en su día, por la noticia de prensa anteriormente citada. La información original del suceso procede de La Voz de Castilla, del día 3 de mayo de 1975.

Aquí pueden leer un análisis exhaustivo del avistamiento, realizado por Manuel Borraz. Después de examinar la observación, Borraz concluye que hay que tomar seriamente la hipótesis de una confusión lunar. Y no le falta razón ya que, si contrastamos los datos que ofrece la noticia de prensa con los astronómicos, por ejemplo, veremos que en el avistamiento hay numerosos elementos que sugieren una confusión y “persecución” lunar.

La observación se inició, según el diario bilbaíno, hacia las 00:30 horas del día 30 de abril, cuando tres jóvenes, que salían de Peral de Arlanza para dirigirse hacia Pinilla (ubicada a unos tres kilómetros hacia el este), vieron a la derecha de la carretera (hacia el SE), y cuando habían recorrido unos 300 metros, una luz muy potente. Al principio la confundimos con los faros de un coche. La Luz salía de un pequeño altozano, muy próximo a las bodegas del pueblo.

Uno de los tres jóvenes, Manuel Maté, señalando hacia la luz blanca, observó fugazmente una figura: ¡Mirad!...¡Parece un hombre...! Esta visión no fue captada por sus dos compañeros. Todo se desarrolló muy rápido (y en completo silencio). Cuando paramos el coche al borde de la carretera, aquella luz se hizo mucho más grande y ante nuestra sorpresa, comenzó a elevarse lentamente... En cuanto a la distancia, quizá no hubiera más de 200 metros en línea recta.


Ubicación de los testigos (al inicio del caso) y azimut del orto de la Luna

Precisamente, por la dirección donde los tres jóvenes vieron elevarse al ovni (SE), se producía esa madrugada el orto de la Luna. Esto ocurrió hacia las 1:15 horas (GMT+2) y con un azimut de 298º (origen del azimut, el Sur). Teniendo en cuenta la orografía de la zona, nuestro satélite comenzaría a ser visible unos minutos después. En principio, parece que no hay correlación entre la hora de observación y la hora del orto de nuestro satélite. Sin embargo, no hay mucha precisión en el dato horario del avistamiento y es muy probable que haya un error en la hora señalada en La Gaceta. Si leemos la noticia original publicada en La Voz de Castilla, el día 3 de mayo, veremos que dice: Alrededor de la una de la madrugada, fue divisado un objeto volador no identificado...

He hablado por teléfono con uno de los observadores y señala que la observación se produjo entre la 1:00 y 1:30 horas.


Posición de la Luna a las 1:27 horas

Sobre el "hombre" que vio Maté en la luz y que sus dos compañeros no observaron, probablemente se trató de la ilusión del “hombre de la Luna”. En La Luna: estudio básico, de José C. Violat Bordonau y Purificación Sánchez Martínez (Equipo Sirius, S.A. Madrid 1996) se dice lo siguiente sobre esta cuestión: Algunos ven en esas manchas oscuras la figura de un hombre, otros verán una mujer leyendo un libro, un conejo, un escarabajo...: son las sombras que forman el “hombre de la Luna” de las canciones inglesas. (Página 79)

Los datos que apuntan a nuestro satélite como el estímulo que provocó la observación son patentes: la misma visual (SE), silencio total, color blanco-amarillo, elevación lenta, etc. Sobre este último punto, al estar el astro cerca del horizonte y con referencias fijas, su movimiento aparente de elevación es más apreciable que cuando está ubicado en el cenit. Puede resultar sorprendente que los jóvenes no se dieran cuenta de que estaban viendo a la Luna pero este tipo de error ya ha ocurrido en otras ocasiones. Nuestro satélite asomando por detrás del horizonte suele ser muy llamativo si a esto le añadimos nubes que lo disimulen, la confusión está servida. Era como una “nube” en medio de luces de varios colores.

El “Simca” experimentó algunas vibraciones o movimientos y los tres jóvenes asustados dieron media vuelta dirigiéndose a casa del señor alcalde. Desde Peral de Arlanza, don José Antonio Martínez, su esposa y varios vecinos, alertados por los mozos, vieron sobre las bodegas del pueblo (hacia el SE) un resplandor blanco-amarillento fijo en el cielo. No emitía sonido y tenía forma ovalada.


Fase de la Luna el día 30-4-1975

Los tres jóvenes vuelven a dirigirse hacia Pinilla y al salir de Peral se encuentran con el ovni: Pero no nos habíamos alejado un kilómetro del pueblo cuando “aquello” apareció otra vez por nuestra derecha, como a unos 100 metros del suelo y a otros 150 ó 200 de la carretera (ha transcurrido el tiempo y, lógicamente, la Luna estaba más alta).

El “ovni” nos seguía a la misma velocidad (paralaje del movimiento). Pero lo que les asustó y les obligó a retroceder de nuevo hacia Peral de Arlanza, cuando se encontraban a algo más de un kilómetro de la finca, fue: ...El ovni, de pronto, comenzó a acercarse vertiginosamente, cruzando por delante de nuestro coche...

Este “cruce” del ovni por delante de los testigos, probablemente se trató de una percepción errónea provocada por alguna curva de la carretera. Si observamos el mapa adjunto veremos que, aproximadamente un kilómetro antes de llegar a Pinilla, hay una curva muy manifiesta hacia la derecha. Al entrar con el coche en la citada curva, la Luna se desplazó, aparentemente, hacia la izquierda y fue interpretado, por los asustados jóvenes, como un “cruce” frontal de lo que creían que era un ovni.

Otra vez, desde Peral de Arlanza, los tres protagonistas y otros vecinos observaron: cómo el extraño objeto volante seguía quieto, a escasa altura sobre los tejados. Serían, aproximadamente, cerca de las 2:00 de la madrugada. A esa hora, la Luna tenía unos 6º de altura sobre el horizonte.


La Luna a las 2:00 horas

Transcurrida otra media hora, los tres testigos se dirigieron de nuevo hacia Pinilla. Al salir del pueblo, el ovni comenzó a seguirles de nuevo: lo hizo esta vez a más de 500 metros de distancia y siempre por nuestro lado derecho (SE). Un poco antes de llegar a la finca pararon el coche y el ovni se detuvo igualmente. Cuando entraron en la finca (sobre las 2:30 horas) avisaron a sus familiares y pudieron contemplar el fenómeno: Allí arriba, como a 200 ó 300 metros de altura, sobre la escuela, había una “cosa” muy luminosa. Y permanecía inmóvil, alumbrando toda la finca como si fuera pleno día... (A las 2:30 horas, la Luna tenía una altura de unos 10º)

Mientras observaban el “ovni” llegó a la finca un vecino de Peral de Arlanza que, con su escopeta y en un tractor, intentó dirigirse hacia la extraña luz y tuvo un accidente. Hacia las 3:00 de la madrugada, los observadores cansados de ver el objeto luminoso se fueron a acostar: Aquello seguía allí inmóvil y nosotros teníamos que madrugar.


La Luna a las 3:00 horas

Como hemos podido comprobar, existen numerosos elementos, en el relato publicado por la prensa, que sugieren una confusión lunar. El comienzo de la observación coincide con el orto de nuestro satélite (los dos eventos ocurren hacia la misma hora y en la misma dirección, SE). Luego, cuando los observadores están en movimiento (iban en un coche) el “ovni” les persigue. Cuando se paran, el “ovni” se detiene, etc. Esta "persecuciones" y paradas del ovni se explican desde las ilusiones y percepciones erróneas producidas por la paralaje. Además, ninguno de los testigos menciona a la Luna que, como hemos visto, era visible durante el avistamiento. Hay que resaltar que, uno de los observadores me señala que ¡no era visible nuestro satélite! durante su observación.

Según indican los observadores, el cielo estaba despejado pero es posible que algunas nubes cercanas al horizonte dieran a la Luna un aspecto extraño y provocaran la confusión inicial. A partir de ese momento se produjo un efecto “bola de nieve” y el asunto concluyó como un espectacular aterrizaje ovni con humanoide.

domingo, febrero 26, 2006

El lucero vespertino ya hacía de las suyas por aquellas fechas

A medida que pasaban los días (para que los lectores se sitúen, estamos comenzando el año 1975) iban apareciendo en los periódicos locales nuevos casos de avistamientos. Algunos eran muy espectaculares, o eso nos hacían creer las noticias de prensa, alternando con otras apariciones de menor entidad pero que también recibían una amplia difusión periodística. Uno de estos incidentes sencillos (pero que es un ejemplo muy didáctico para entender las confusiones con astros brillantes) ocurrió en Ororbia (Navarra), el 14 de enero. El citado pueblo está ubicado a unos 13 kilómetros al oeste de Pamplona. Como era habitual en aquella época, La Gaceta del Norte dio una pronta y amplia difusión del hecho el 18 de enero.



El diario bilbaíno publicaba el siguiente titular:

NAVARRA: EN DOS DÍAS SEGUIDOS, CUATRO VECINOS DE ORORBIA VIERON UN “OVNI

La observación se efectuó el día 14 de enero, a las 18:40 horas, desde una fábrica situada en las afueras del pueblo y la observadora fue M.V., secretaria del director general de la empresa.

De pronto, al salir de la puerta de la fábrica me fijé en una luz blanca intensísima que permanecía como ingrávida encima de aquella ladera.

M.V. indica la parte en que visualmente, forman un ángulo la ladera de la “Punta de Sarvil” y el “Cabezón de Echauri”. El punto señalado por la protagonista del suceso dista desde nos encontrábamos unos 1.500 metros, en línea recta. Hay que hacer notar que el lugar se ve clarisimamente, sin árboles ni obstáculos que impidan la visibilidad.

La testigo llamó a W.W., ingeniero americano que trabajaba en la empresa, y cuando lo vio exclamó: ¡Un ovni!

Era una tarde/noche lluviosa y no se veía ninguna estrella en el cielo. La luz era blanca, potentísima y se mantenía inmóvil. Tenía una irisación o prolongación bien definida y después de diez minutos de observación (hacia las 18:50 horas) desapareció de golpe.

El día 15 de enero sobre la misma hora, dos vecinos del pueblo vieron, también, una potente luz blanca inmóvil sobre la mencionada ladera (Suroeste). A la pregunta del periodista:

¿Cuánto tiempo duró?

Uno de los observadores contestó:

Bueno, a mi se me hizo muy extraño, pero no le hice mucho caso. Continué mis quehaceres y cuando lo dejé aún seguía allí.

Una información más detallada de estas observaciones la podrán encontrar ustedes en la noticia de prensa anteriormente referida.

Como se puede apreciar en el mapa de la zona, la sierra de Sarbil y el Cabezón de Etxauri (el ovni era visible sobre dicho lugar) están ubicados hacia el Suroeste de Ororbia. Si miramos las efemérides astronómicas para ese día y hora (14 de enero de 1975 a las 18:40 horas, GMT+1) podremos comprobar que el planeta Venus estaba ubicado, precisamente, encima de la citada sierra. A la hora mencionada, el brillante astro (magnitud –3.9) tenía un azimut de 57.78º (situado hacia el SO) y una altura de unos 5º (muy cerca del horizonte) coincidiendo con la posición del ovni.


Ubicación de los testigos y azimut de Venus a las 18:40 horas


El Sol se ocultó, ese día, a las 17:59 horas por lo que, en el momento del avistamiento, ya había oscurecido. La brusca desaparición de la “extraña” luz fue provocada, muy probablemente, por las nubes existentes esa tarde en el cielo del pueblo navarro. El ocaso del planeta Venus se produjo, el día citado, a las 19:11 horas.

miércoles, febrero 08, 2006

Una persecución alucinante (III)

Con la finalidad de obtener alguna información complementaria que aportara más luz al caso, hace pocos días tuve una conversación telefónica con el protagonista de este episodio y estuvimos comentando ciertos puntos relativos al mismo. No parecía muy dispuesto a hablar de su aventura. No recuerda gran cosa del suceso (han transcurrido 31 años) y me dio la impresión de que no le daba importancia al, según algunos, "escalofriante" evento.

Como es lógico, la fecha no la recordaba y la hora del avistamiento fue sobre la 1 de la madrugada (dato que hay que tomarlo con precaución debido al tiempo transcurrido). El cielo, en el momento de la observación, estaba despejado y ésta duró menos de lo indicado en la noticia de prensa.

A la pregunta de: ¿Era visible la Luna en el momento de la observación?
Contesta algo así como que el caso lo tiene en el olvido.

Entre otras cosas, me dijo que: “el periodista escribió mucho más de lo que dije”

Le pregunté que opinaba su primo del caso. Contesta que cuando salieron los dos a la carretera “ya no se veía nada”. Luego dice que: “Estaba más alto”

Al comienzo de la observación el “ovni” se veía a baja altura, por encima de los tejados. Luego, al final de la observación se veía más alto. Este dato es perfectamente compatible con el desplazamiento aparente (en este caso elevándose desde el Este) de la Luna hacia el Oeste.

A la pregunta de: ¿Podría ser la Luna?

Carlos Izquierdo contesta: “No te diría que no”

Después de la conversación con el testigo no me queda muy clara una cuestión:

¿El observador cree sinceramente que observó un extraño fenómeno aéreo?

¿En un principio, creyó estar viendo algo inusual pero con el transcurso del tiempo se dio cuenta de que el raro fenómeno era la Luna y así se lo transmitió al periodista?

martes, enero 31, 2006

Una persecución alucinante (II)

Después de la exposición, resumida, del avistamiento en la entrada anterior, pasaremos, en ésta, a su esclarecimiento. El ovni imitaba los movimientos del testigo. Cuando éste se detenía, el ovni se paraba. Cuando se ponía en marcha, el ovni iniciaba el seguimiento, etc. En la persecución, el extraño objeto mantenía siempre la misma velocidad, altura y distancia en relación con el observador (paralaje del movimiento). El desarrollo y los pormenores del suceso apuntan a la clásica “persecución” lunar.

El día 2 de enero de 1975, a las 2 de la madrugada (GMT+1), la Luna era visible hacia el ESE (azimut 303º) a una altura sobre el horizonte de unos 36º. Como podemos ver en el mapa, la carretera de Lerma al cruce de Tejada discurre prácticamente hacia el ESE. Por lo tanto, el observador tenía a nuestro satélite frente a él. Si embargo, en ningún momento menciona que la Luna estaba en el cielo. Por otra parte, la posición del astro no concuerda exactamente con la indicada por el testigo (el ovni era visible por el lado izquierdo). Como muy bien indica Manuel Borraz en su artículo: Ovnis: Anotaciones a la luz de la Luna.

por consiguiente, es muy probable que la fecha y/o el horario que indicó meses después del suceso fueran erróneos.”

Resulta curioso que el día y la hora coincidan (el día 2 a las 2 de la mañana). La entrevista con el testigo se efectuó casi seis meses después de los hechos y no se puede descartar un error en el día o la hora. Si el avistamiento aconteció el día 4 de enero a la misma hora, los datos de la Luna ajustarían perfectamente con los señalados por el Sr. Izquierdo. A las 2 de la madrugada de ese día (4 de enero), nuestro satélite tenía un azimut de 290º (observable por el lado izquierdo) y unos 11º de altura.



A continuación podemos ver las fases de la Luna del día 2 y del 4 de enero de 1975. Recordemos que la forma del ovni era de media Luna”.



Fase del día 2 de enero


Fase del día 4 de enero


Como nuestro satélite se desplaza, aparentemente, hacia el Oeste, al final de la observación (a las 3:30 horas) era visible por el lado derecho (azimut 308º), coincidiendo con la posición del ovni en esos momentos. Las distancias, alturas y acercamientos del misterioso objeto volador se explican desde los errores de percepción y las ilusiones.

La línea roja es el azimut de la Luna a las 2:00 horas. La azul, el azimut de nuestro satélite a las 3:30 horas.


¿Qué se observó desde Castrillo de Solarana?

Lo que vieron algunos vecinos de la citada localidad, durante dos noches seguidas, no fue lo mismo que observó Carlos Izquierdo y, efectivamente, no era una estrella. Lo que estaban contemplando era un ¡planeta! A las 22:30 horas (GMT+1) del 1 de enero de 1975, Júpiter era visible en el cielo, brillando llamativamente, hacia el OSO (azimut 74º). A la citada hora tenía una altura sobre el horizonte de 6º y –2.3 de magnitud. Su ocaso se producía esas noches hacia las 23:00 horas.

miércoles, enero 25, 2006

Una persecución alucinante

La Gaceta del Norte, del día 17 de junio de 1975, informaba de una “escalofriante aventura” que tuvo un joven agricultor con un ovni por tierras de Burgos y que duró una hora y media. El suceso tuvo lugar el 2 de enero de 1975, a las 2:00 de la madrugada, en la carretera de Lerma al cruce de Tejada. Carlos Izquierdo, de 27 años de edad, que venía de Lerma, se dirigía a su domicilio, en el pueblo de Solarana, en un R-6.

Cuando me encontraba a un kilómetro, aproximadamente, de la localidad de Revilla Cabriada observé un resplandor rojizo por el lado izquierdo, justo por encima de las casas. Por un momento creí que se trataba de algún incendio...

¿Cómo era la luz? ¿Tenía alguna forma peculiar? (pregunta el periodista)

Sí, me pareció una especie de ‘media luna’. Pero su color era rojizo y el resplandor cubría una amplia zona.”

A la pregunta de si podía tratarse de la Luna, Carlos Izquierdo responde:

No, por Dios... La Luna –que yo sepa- no se dedica a perseguir automóviles.”

Como le digo, al entrar en Revilla Cabriada perdí de vista el fenómeno. Pero al salir del pueblo y cuando había recorrido un kilómetro en dirección a Solarana, volví a observar aquella luz... Estaba situada a mi lado izquierdo y a unos 300 metros de la carretera. Pero lo más sorprendente era que ’ aquello’ se movía en la misma dirección que el coche.

¿A qué altura se encontraba del suelo?

Era difícil precisar. Pero, a juzgar por la altura a que pasó sobre las choperas que se alinean paralelamente a la carretera, a unos 200 ó 400 metros. Iba realmente baja.”

El agricultor detuvo el coche en tres o cuatro ocasiones y el ovni hizo lo mismo, permaneciendo quieto en el cielo hasta que Carlos Izquierdo se ponía en marcha.

Decidí continuar hacia Solarana y, una vez más, cuando arranqué, el ovni echó a andar, siempre por mi lado izquierdo y conservando la misma altura y distancia a la carretera.”

El observador llegó a Solarana y como tenía curiosidad siguió carretera adelante.Quería saber de qué se trataba...” Pasó los pueblos de Nebreda y Cebrecos (con el ovni siguiéndole). Al llegar al cruce de Tejada dio media vuelta y se detuvo.

Allí, al ver que aquel artefacto seguía mis movimientos, sentí un sudor frío y comencé a temblar de miedo. Lo reconozco... Así que paré nuevamente y apagué las luces.”

Carlos Izquierdo estuvo contemplando el ovni, que permanecía inmóvil y silencioso, varios minutos hasta que empezó a aproximarse lentamente. Sintió pánico, se metió en el coche y salió disparado hacia Solarana.

“Tardé pocos minutos en llegar a Nebreda. Allí me refugié entre las casas. Apagué las luces y esperé. El objeto había desaparecido de mi vista. Cuando recobré el aliento caminé sigilosamente hacia unas eras cercanas y comprobé que se había situado sobre la torre del pueblo, a unos 100 metros de la misma. Permanecía inmóvil y luminosísimo.”

El perseguido observador se metió de nuevo en el coche y continuó el regreso a Solarana a toda velocidad. El misterioso objeto comenzó de nuevo a seguirle hasta la entrada del pueblo.

El ovni interrumpió la persecución y se colocó frente a Solarana, como a unos 100 metros de las eras e inmóvil. Y allí siguió durante un buen rato.”

Carlos avisó a su primo Edelmiro Pozo y los dos montaron en el R-6 saliendo a la carretera.

“Aquello comenzó a moverse en cuanto nosotros aparecimos en la carretera. Y nos siguió hasta Nebreda, siempre guardando la misma distancia: unos 300 metros por nuestra derecha. Pero ya no hubo más persecuciones. El ovni quedó fijo sobre la población de Nebreda hasta las 3:30 de la madrugada.

¿Desapareció?

No. Quedó allí. Nosotros –a la vista de que seguía fijo sobre el pueblo- decidimos regresar a Solarana.”

También lo vieron en Castrillo

El día anterior, varios vecinos de Castrillo de Solarana vieron igualmente un ovni de forma y color similar al que persiguió a Carlos Izquierdo.

Sí, a muchos del pueblo nos llamó la atención aquella ‘‘luz’’ que permaneció fija sobre las bodegas del pueblo. Nosotros estamos acostumbrados a ver las estrellas y ‘‘aquello’’, desde luego, no podía ser una de ellas. ¡Estaba a pocos metros del suelo! Y era mucho más grande.”


La Gaceta del Norte, 17-6-1975


La extraña luz fue vista durante dos noches hacia el SO. La segunda vez estaba más bajo. Era muy brillante, de color blanco y la observación duró unos quince minutos.

En una próxima entrada seguiremos con el caso.

jueves, enero 05, 2006

El aterrizaje de los Monegros

Dejamos, de momento, la “década dorada de la ufología” para continuar con los “casos lunares” que empezábamos, en una entrada anterior, comentando una observación aérea en Bilbao. En esta ocasión vamos a ver un evento más elaborado y a comprobar cómo este tipo de confusiones, aunque en principio parezca sorprendente, también se dan en los llamados encuentros cercanos. Se trata de un aterrizaje ovni ocurrido cerca de Bujaraloz (Zaragoza) el día 2 de noviembre de 1968 a las 4:35 horas. En este sitio también se puede leer información sobre el citado avistamiento.

El resumen del suceso, que transcribo a continuación, está tomado del libro: Enciclopedia de los encuentros cercanos con ovnis, de Vicente-Juan Ballester Olmos y Juan A. Fernández Peris, páginas 121 y 122. Según información facilitada por Manuel Borraz, también hay un resumen declaración de los testigos (documento CEI) y un cuestionario CEI cumplimentado por el conductor del coche.

"Francisco Martí Cuartero, de 21 años, y 4 soldados más regresaban desde Barcelona a Zaragoza en coche tras un permiso en su Servicio Militar, cuando, a unos 10 km después del pueblo de Bujaraloz (casi todas las referencias ubican el lugar de observación a unos 40 ó 45 km de Zaragoza, por lo tanto éste se encontraría a unos 25-30 km de Bujaraloz) y ya en el interior de la zona de páramos de Los Monegros, observaron, al subir un repecho del camino y a su izquierda (Oeste), un gran disco, ‘como si el Sol estuviera saliendo’, cosa imposible dada su posición y la hora. Se hallaba a menos de 500 m de distancia y los testigos no pudieron apreciar si estaba posado en una colina o a muy baja altura del suelo. El coche se iba acercando y, entonces, la radio dejó de funcionar, las luces de los faros disminuyeron de intensidad y los relojes de pulsera se pararon. El objeto tenía un tamaño enorme, ‘como el ruedo de una plaza de toros’, fue descrito como metálico y era de color naranja brillantísimo, con un ‘resplandor a su alrededor’. Su forma era lenticular con dos grandes prolongaciones curvas acabadas en punta en los extremos. Los testigos, presos de gran excitación y nerviosismo, vieron cómo, transcurridos unos 3 minutos, el objeto empezó a elevarse suavemente, sin ningún ruido, en dirección SE y con una inclinación de unos 30º. Cuando llegó a una altura relativamente baja, aceleró bruscamente y en pocos segundos sólo era visible un pequeño punto luminoso de color naranja. Cuando el objeto hubo desaparecido, tanto los faros como la radio y los relojes volvieron a funcionar normalmente. La observación duró aproximadamente 5 minutos. Al llegar a Zaragoza dieron parte de lo ocurrido a sus superiores. El automóvil era de motor diesel y al día siguiente tenía la batería descargada. La noche del incidente estaba nublada.”

En el momento de la observación, la Luna estaba muy cerca del horizonte, a punto de ocultarse. A la hora mencionada (4:35 horas GMT+1) nuestro satélite tenía un azimut de 91.18º (visible al Oeste) y 1.07º de altura. Su ocaso se produjo, esa madrugada, hacia las 4:43 horas. Le faltaban tres días para la fase de llena. Como podemos apreciar en la carta celeste y en el mapa del lugar, la Luna estaba ubicada en la misma dirección y altura que el ovni. El extraño objeto luminoso desapareció justo cuando el astro se ocultó tras el horizonte (la observación duró cinco minutos, hasta las 4:40 horas aproximadamente). No emitía sonido alguno y su color era el típico de la Luna cuando está cerca del horizonte.


A la vista de los datos astronómicos y los datos del avistamiento, resulta patente que los soldados tomaron a la Luna por un objeto volante no identificado. El astro escondiéndose tras el horizonte, las nubes existentes en el momento de la observación y las altas horas de la madrugada se unieron para mostrar a nuestro satélite como un extraño objeto posado en el suelo, o cerca de él, y cercano a los testigos. Hay que recordar que el caso acaeció en plena oleada de 1968 y los observadores ya estarían informados, gracias a los medios de comunicación, de que los ovni surcaban, continuamente durante esas fechas, los cielos de la península.

Azimut de la Luna y ubicación aproximada de los observadores

La descripción de la desaparición del ovni parece algo compleja para ser imputada a la Luna. Sin embargo, los observadores se encontraban “presos de gran excitación y nerviosismo” y fácilmente pudieron caer en algunas ilusiones. Por ejemplo, un ocultamiento progresivo de la Luna por las nubes (disminuyendo su tamaño aparente hasta desaparecer) sería interpretado como un alejamiento/elevación del ovni. Si al mismo tiempo apareció Saturno (que estaba ubicado a la izquierda de nuestro satélite y un poco más alto) en un claro de las nubes, podría sugerir una elevación rápida hacia el SE.


Por último, tenemos los efectos físicos sobre el coche y los relojes que los testigos atribuyeron al ovni. Si, como los datos parecen indicar, la observación fue provocada por la Luna. Entonces, ¿qué indujo esos fallos? El mal funcionamiento de la radio y la disminución de la intensidad de las luces de los faros ¿fueron provocados por una batería en mal estado? Al día siguiente ésta estaba descargada.

Sobre el paro de los relojes de pulsera, llama la atención que en esos momentos de gran excitación y nerviosismo los soldados mirasen sus relojes. ¿Fue una comprobación posterior? ¿Al apreciar un cierto retraso pudo ser achacado a un paro en el momento de la observación? De todas formas, sería necesario conocer más detalles sobre estos supuestos efectos EM para llegar a una conclusión más fidedigna.

miércoles, diciembre 07, 2005

El ovni de Arrúbal

El avistamiento de Arrúbal (La Rioja) aconteció el viernes, 29 de noviembre de 1974, hacia las 18:00 horas locales. Tenemos una noticia de prensa (La Gaceta del Norte, 6 de diciembre de 1974) dando cuenta de la entrevista que mantuvo el periodista Vicente Escudero con los testigos (diez niños que jugaban al fútbol en el momento del evento). En el año 2001 el Grupo UFO de Calahorra realizó una reencuesta del caso publicando los resultados en su página web. En Papers d’Ovnis, nº 28 abril-junio 2002 (2ª época) podemos leer, también, un artículo de Jordi Ardanuy titulado: “Un OVNI en Arrúbal: 29-11-1974


Por mi parte, he hablado actualmente con varios de los observadores (Francisco Sancho Gil, Luis Oscar Sagasti y José Antonio Ascacibar Sáenz) y manifiestan que vieron algo en el cielo que les pareció extraño. Sin embargo, en sus narraciones hay algunas discrepancias en puntos importantes. Por ejemplo, en el aspecto, tamaño aparente y distancia a la que se encontraba el fenómeno luminoso.

Básicamente, y según sus explicaciones, vieron entre las nubes algo que era muy brillante, de color blanco, que se mantuvo estático en el cielo (en algún momento hizo algunos movimientos en zig-zag) y después de unos minutos desapareció poco a poco entre las nubes.

Los testigos, en el momento de la observación, tenían entre 6 y 12 años de edad. Edades en las que, por cierto, es muy fácil mezclar hechos reales y fantasías.

En esta historia llama la atención que ¡Solamente los diez niños vieron el extraño objeto celeste! A pesar de que eran las seis de la tarde ¡nadie más en el pueblo observó el fenómeno!

¿Lo que los niños tomaron por un OVNI, para el resto de habitantes de Arrubal pasó desapercibido por tratarse de algo normal? Probablemente sí, porque si realmente apareció, esa tarde, en el cielo del lugar un fenómeno extraordinario algún vecino del pueblo (además de los críos) tendría que haberlo visto. Ocurre, por ejemplo, con las apariciones de bólidos. La visión de estos fenómenos suele durar, por lo general, unos segundos y sin embargo aparecen cientos o miles de observadores. El ovni de Arrúbal estuvo visible unos 8 ó 10 minutos y sólo lo vieron los diez chiquillos.

Este es el típico avistamiento de un grupo de niños donde resulta complicado diferenciar lo real de lo imaginario porque en su día no se realizó una encuesta seria e imparcial. Sólo hay una entrevista de la prensa a los niños, con los inconvenientes y limitaciones (posibilidad de contaminación involuntaria, parcialidad, etc.) de una pesquisa periodística más bien pro-ovni. Además, hay que tener en cuenta que durante esos meses la gente estaba muy sensibilizada con el tema ovni y las noticias de avistamientos causaban un fuerte impacto en la población.

Para concluir, propongo una explicación de momento con cierta prudencia ya que los datos disponibles no permiten afinar tanto. De todas formas, éstos apuntan en una dirección: la confusión con un astro brillante.

Los testigos, en la actualidad, coinciden en situar al fenómeno aéreo, más o menos, en la misma zona del cielo. Francisco Sancho dice que estaba ubicado hacia Calahorra (SE). Luis Oscar Sagasti lo sitúa hacia el Sur. En la foto publicada en Papers d’Ovnis nº 28, se puede ver a dos testigos señalando, aproximadamente, hacia el Sur y a unos 40º-45º de altura.

Pues bien, en la franja del cielo indicada por los observadores se encontraba, a las 18 horas (GMT+1), el planeta Júpiter (magnitud –2.4) con un acimut de 348º (próximo al Sur) y una altura sobre el horizonte de 35º.

En la tarde del 29 de noviembre, en Arrúbal, el cielo estaba cubierto de nubes (cúmulos y estratocúmulos). Dirección y velocidad del viento: WNW, 36 Km/h. (Información ofrecida por el Instituto Nacional de Meteorología. Los datos son de Agoncillo a las 18:00 horas solares). El Sol se había puesto a las 17:34 horas y a las 18:00 horas ya estaba anocheciendo.

Perfectamente pudo abrirse un hueco en las nubes, por la parte del cielo donde estaba el reluciente astro, mostrándose más llamativo (en esas fechas, Júpiter era algo más brillante de lo habitual), atrayendo la atención de los niños y provocando su confusión.